En este proceso, que es también un proceso de debates sobre las teorías
y modelos en torno a la interpretación, ya sea de la Constitución o de la
Convención, participa activamente la Academia en foros, seminarios, congresos y
a través de artículos en revistas especializadas o en volúmenes colectivos. No
sucede lo mismo, lamentablemente, en el escenario nacional. Quizá nuestra
llegada tardía a la práctica de la justicia constitucional ha contribuido a
esto en alguna manera. No obstante, la jurisprudencia, primero del Tribunal
Constitucional y luego también de la Corte Suprema en los últimos años, muestra
un creciente interés por los temas de interpretación constitucional. En muchos
casos se aprecia incluso un cierto alarde a la hora de invocar de forma
innecesaria criterios de adecuación constitucional, como la ponderación, en
casos en los que solo hacía falta la aplicación más rigurosa de algún criterio
de interpretación tradicional de la legislación.
Lo cierto es que, incluso con estas desviaciones propias de un contexto
de aprendizaje, muchas veces urgido por la urgencia de los casos, se va
abriendo paso la necesidad de una reflexión más sosegada que nos permita poner
sobre la mesa lo que estamos avanzando y los retos que nos toca enfrentar. Ese
es el espíritu de este volumen especial, el que esperábamos, de manera
deliberada, no fuera sobre discusiones teóricas o sobre las múltiples teorías y
modelos de la interpretación constitucional. Más bien, hemos pedido a lo mejor
de la Academia local, que nos permita hacer una suerte de balance sobre la
práctica de la interpretación constitucional, tanto por parte del Tribunal
Constitucional como también sobre los influjos y reflejos de la interpretación
convencional que se viene realizando en nuestro país con cierta intensidad en
los últimos años.
Tratándose de un homenaje a la
casa editorial que nos acoge, desde luego, la selección de autores no ha
resultado difícil, en la medida que Palestra inició sus actividades y así se ha
mantenido, cercana a las reflexiones sobre la argumentación y el Derecho
Constitucional. Estos son, con seguridad, los dos campos más imbricados en el
Derecho contemporáneo, con efectos en todas las demás disciplinas. Como
sabemos, hoy en día no puede hablarse de derecho válido si no viene respaldado
en la Constitución, pero al mismo tiempo, esa misma validez constitucional
depende, en buena medida, de su fuerza argumentativa y ya no sólo de su condición
autoritativa. De este modo, la dupla Derecho Constitucional - argumentación
jurídica expresa la máxima autoridad del Derecho y la máxima importancia de su
relevancia justificativa.
Desde esta perspectiva, la
interpretación constitucional puede verse como un capítulo de la argumentación
jurídica general, en un espacio en el que se define la propia validez de las
fuentes de primer orden en el sistema jurídico, como es la Constitución y sus
contenidos. En efecto, interpretando la Constitución se definen no solo los
espacios de libertad de los ciudadanos o los límites a los poderes, tanto del
Estado como de los poderes del mercado y sus actores; la interpretación de la
constitución también ayuda a delimitar y comprender mejor el rol que cumplen
las instituciones en la democracia constitucional, en la medida que sin instituciones
no es posible ni la democracia ni los derechos.
Quisiera expresa mi gratitud con los autores de los valiosos trabajos que se recogen en este volumen. El Derecho Constitucional está en pleno desarrollo y podemos decir con optimismo, que se está marcando un derrotero sin precedentes en nuestro país. La presencia de autores de distintas generaciones que escriben en este volumen también resulta un símbolo de este creciente y renovado interés por nuestra disciplina, que esperamos vaya en paralelo con el mayor acceso a derechos y la mejora constante de la calidad de nuestras instituciones; algo que, si bien no depende de la Academia, puede y debe merecer su permanente atención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos son libres de opinar en este blog, sin embargo recordemos siempre mantener un debate con respeto a los demás y sus ideas. No se tolerarán comentarios ofensivos.